Conoce los Cahorros de Monachil en familia (Sierra Nevada)

A sólo 2 kilómetros de Monachil (Granada), se encuentra el paraje de Los Cahorros de Monachil, una garganta labrada por la fuerza del Río Monachil (río que nace en el Veleta), creando saltos de agua, cuevas y paredes verticales. Un lugar ideal para disfrutar en familia en cualquier época del año y donde el senderismo y la escalada son los deportes estrella.

Hay muchas opciones para disfrutar de este lugar, podemos adaptar la ruta en función de nuestra condición física,  del grupo que vayamos y de la época del año en la que la realicemos. A lo largo del recorrido, hay paneles indicativos de los puntos que podemos visitar. En nuestro caso, y teniendo en cuenta que íbamos a realizar la ruta con niños de varias edades (desde 3 a 10 años), decidimos decantarnos por una ruta lineal por la propia garganta, dejando para otra visita la zona más alta (Cahorros Altos), desde donde se tiene una panorámica del paraje. Recomendaciones: gorra, protector solar, cangrejeras y bañador (primavera-verano), agua, fruta, galletas, frutos secos,… en la garganta no hay ningún punto de agua.

Para acceder a este lugar hay dos opciones: llegar hasta la localidad de Monachil y desde ahí continuar dirección a «El Purche» o desde la carretera que va hacia Sierra Nevada, desviarnos por la salida que indica «Ruta Pintoresca – Cahorros de Monachil» (se trata de la misma vía pero con diferente acceso, Carretera El Purche); el lugar para dejar el vehículo es la «Era de Los Portachuelos», amplio aparcamiento que está situado al lado de la carretera.

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Una vez aparcado el coche, hay que recorrer casi un kilómetro por un carril entre fincas y árboles, hasta el «Merendero San Garrito«, a la derecha de la entrada de este merendero, se encuentra el camino de acceso a los Cahorros de Monachil.  

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Entrada del Merendero San Garrito, la senda que hay a la derecha es el comienzo de la ruta de los Cahorros de Monachil

Unos pasos más delante, tendremos el primer cartel indicativo, si continuamos hacia los Cahorros Altos caminaremos por la parte alta de la garganta, con un suelo más escarpado y sin sombra, y si continuamos hacia los Cahorros Bajos accederemos a la garganta por los puentes colgantes. En nuestro caso, continuamos hacia los Cahorros Bajos.

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Ruta circular o ruta lineal.

Caminamos junto a una acequia y comenzamos a escuchar con más fuerza el sonido del agua, comienza la aventura… primer puente colgante a la vista.

Tendremos que subir escaleras y atravesar otro puente colgante más, hasta llegar a la atracción más comentada de este lugar: un puente colgante de más de 60 metros de largo y de unos 15 metros de altitud sobre el río, que sólo puede atravesarse por cuatro personas a la vez. Mientras esperamos nuestro turno, podemos aprovechar para disfrutar del entorno y de los sonidos que nos regala la naturaleza y además, si ese día hay gente escalando, ver como trepan por las paredes verticales.

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A partir de aquí, caminaremos por la parte derecha del Río Monachil, sobre un muro que en algunos tramos hará que tengamos que agacharnos e incluso gatear; mucha precaución a partir de esta zona, sobre todo con los pequeños.

A lo largo del curso del río hay varios espacios donde podemos pararnos a tomar un tentempié e incluso mojarnos los pies, recordad llevaros de vuelta todo lo que llevéis en la mochila, las cáscaras y/o piel de la fruta también.

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Un poco más adelante, está, desde mi punto de vista, el lugar más bello del recorrido: la Cueva de las Palomas, formada por grandes piedras que se han precipitado sobre la garganta. Impresiona pasar sobre el borde, pero si es verano, se disfruta más, caminando sobre el agua.

A partir de este punto, la senda continua hacia la Central de La Vega, por una senda que se complica en varios puntos, que pueden llegar incluso a ser peligrosos, no sólo por su relieve sino por la confluencia de personas en los mismo. Por ello, buscamos un lugar donde darnos un baño y retornar al punto de inicio. El fin del camino no es el destino, sino el propio camino.

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Esta poza fue nuestro punto de retorno, disfrutamos la vuelta más aún que la ida, sobre todo al pasar por la Cueva de Las Palomas y el gran puente colgante. Por el camino, muchas personas nos preguntaron si el sendero era lineal o circular y nuestra respuesta fue siempre la misma: es circular, pero la parte final aunque tiene una vistas panorámicas estupendas, discurre por un camino sin sombra y con piedras sueltas (estamos en verano y hace calor, si hubiéramos ido en otoño y/o primavera, quizás habríamos realizado el sendero de forma circular).

Nuestra aventura duró un poco más de 2 horas con paradas y baño incluido. Aconsejamos visitar este paraje en cualquier época del año, pero si es primavera y/o verano, mejor evitar hacerlo en domingo, se forma mucha cola en el puente colgante y en la zonas de más dificultad dentro de la garganta. Por cierto, si queréis comer después de la aventura, no hay que irse muy lejos, en el «Merendero San Garrito» (tienen parking para los clientes, si reserváis antes de ir, podréis dejar el coche en este punto, en vez de en la Era de Los Portachuelos) hay platos combinados y menú (durante la semana), todo está riquísimo y se come con unas vistas únicas y un sonido muy especial, el agua.

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Si os ha gustado esta senda, quizás también os llame la atención otra zona similar pero en Málaga: los Cahorros del Río Chillar. O también podéis realizar otras actividades en el Espacio Natural Sierra Nevada. Que continúe la aventura :)!!

Por cierto, compartimos un vídeo de esta ruta que seguro hará que terminéis de decidiros.

#NoOlvidesTuCantimplora que la vida es una #Aventura

 

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