Vereda de la Estrella con niños #SierraNevada

Los almerienses somos unos privilegiados, al menos eso pienso yo en lo que respecta a espacios naturales para disfrutar, además de que tenemos unas playas únicas y unos parajes muy especiales, tenemos 1/3 de un parque de atracciones natural: Sierra Nevada, la montaña del Sol.

Este macizo se puede visitar de muchas formas y en todas las épocas del año, pero quizás hay una ruta que sea de las más llamativas, ya que además de transitar por una senda de leyenda, te permite acércate a los tres miles más importantes sin tener que hacer mucho esfuerzo. Me refiero a la Vereda de la Estrella.

Antes de ir por primera vez, había escuchado muchas cosas e incluso me había inventado mi propia historia de este sendero. Pero al buscar información sobre la misma, descubrí que como sucede en muchos casos, que fue la mano del hombre por intereses económicos la que ha dado lugar a que hoy en día los amantes de las montañas disfrutemos de este paraje con más facilidad. La Vereda de la Estrella se construyó a finales del siglo XIX para transportar la galena y la pirita que se extraía en la cabecera alta del Valle del Genil, recibiendo el camino el nombre de una de las minas, La Estrella, y recogiéndose el material de otras dos más, la Probadora y la Justicia. Esta senda estaba conectada con Granada a través del Tranvía de la Sierra, que fue una obra… bueno esto es material para una larga historia, me centraré en la vereda.

Para comenzar esta senda hay que atravesar Guejar Sierra y llegar hasta la Vagueta del Caracol, una antigua estación del tranvía, también se puede dejar el coche antes y comenzar la vereda un par de kilómetros más atrás, opción que aconsejo en otoño y primavera pero no en verano, ya que en esos kilómetros no hay nada de sombra, aunque son muy divertidos, ya que hay que atravesar varios puentes colgantes.

Al cruzar el río Genil hay un cartel explicativo del Parque Natural de Sierra Nevada que explica la ruta, situando su fin en Cueva Secreta, un refugio artificial al abrigo de una roca. Si bien es cierto que esta parte del Barranco de San Juan está plagada de senderos, entre ellos el Sulayr, por lo que las variantes y opciones son innumerables. En cualquier caso, y si hacemos la ruta con niños, aconsejo llegar hasta donde se quiera/pueda y hasta que las horas de sol lo permita.

En sendero es ascendente en todo momento, pero lo es de forma pausada, salvo al comienzo que hay una ligera subidita, que despacito y con buen letra se hace llevadera. Cuando llevamos aproximadamente 1,5 kilómetros andados nos da la bienvenida a este lugar “El Abuelo” un castaño milenario que es el cuidador de esta zona, una foto aquí es imprescindible y también un poquito de agua, a partir de este momento la sombra será escasa.

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Avanzamos disfrutando del paisaje, con suerte podremos ver cabras en la ladera de enfrente y si vamos en silencio escucharemos a nuestro compañero en todo el camino, el ruido del agua. Y cuando de repente, zassss, “el mirador del coño” te encuentras de frente a los colosos, la Señora (La Alcazaba) y el Rey de Sierra Nevada (Mulhacén), ahí están impasibles al paso del tiempo y desenado saludar a cada montañero. Este es uno de esos momentos en los que te das cuenta de lo pequeños que somos, una hormiguita frente a una mole de piedra.

Seguimos y nos encontramos con las primeras ruinas, el Cortijo de la Probadora, y un poquito más adelante con el antiguo poblado de la mina de la Estrella. Al pasar este último, zassss otra imagen única, el río Guarnón, su puente, el Veleta y su corral, el único glaciar andaluz que sigue luchando por existir. Parada obligatoria para fotos y para comer, en nuestro caso.

A partir de este punto continúa la vereda hasta las Minas de La Justicia y la confluencia de los arroyos Valdecasillas y Valdeinfierno, para formar el Río Real, siendo el fin de la ruta Cueva Secreta, teniendo la opción de volver por el mismo camino o realizar una ruta circular pasando por el refugio del Arenal, el de la Cucaracha y la cuesta de los presidarios.

19264729_1977481032484731_5039293060358114064_oEn esta ocasión, y debido a que de repente comenzó una tormenta, nosotros en el río Guranón comenzamos el retorno. Una gran hazaña teniendo en cuenta que íbamos “despacito” por nuestra pequeña. Una aventura que sin lugar a dudas, le contaremos cuando sea mayor a través de las fotos de su dulce sueño. Recorrer esta senda con tan preciada carga en nuestras espaldas, es el mejor plan para un domingo cualquiera.

@cabraluz

#NoOlvidesTuCantimplora

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