Domingo a las 8.30 de la mañana y sin planes, analizamos varias opciones y de repente, una idea: ¿y si somos granjeros por un día? En ese momento te acuerdas de todas las veces que has visto en facebook la actividad “Granjero por un día” del Hogar de los Burritos de Felix, llamas y tienes la suerte que justo el día de antes han cancelado la actividad un grupo de personas, así que tenemos plaza, ya tenemos plan para un domingo cualquiera.
El punto de encuentro es a las 10.25 en el parking público de Felix (para aquellos que no conozcáis este pueblo está situado en la Sierra de Gádor y tiene unas vistas impresionantes de la bahía de Almería, se accede por la A92 en la salida 429 dirección “Felix – Enix”, desde la salida de la autovía hasta el pueblo hay menos de 20 minutos en coche). Cuando llegamos está lleno de familias con niños de todas las edades jugando y hablando de las cosas que vamos a hacer en la granja. Mª Ángeles nos explica cómo llegar, a pie o en coche, y que nos esperan los animales a las 10.30.
En la puerta del “Hogar de los Burritos” nos espera Mª Ángeles hija para comprobar que estamos inscritos y abonar la cuota de la actividad, 6 euros por persona seas un niño pequeño o mayor, en este lugar todos somos niños. En el acceso nos esperan las cabrillas, los chotos y las ovejas, pequeños y mayores comenzamos a darles de comer mientras revolotean entre nuestras piernas, e incluso los más osados se atreven a coger a los chotos entre los brazos. Las sonrisas de los pequeños, y algún que otro grito, son la sinfonía que da comienzo a esta aventura.
Avanzamos por la granja y le toca el turno a los jabalíes, Francisco aparece con una bolsa de pan que va repartiendo entre los pequeños para que les den de comer, cuando de repente, empiezan a aparecer gallinas por todos sitios. Este lugar está lleno de vida y los animales están ansiosos por jugar y pasarlo bien con los visitantes. Hablando de gallinas, mientras algunos están absortos acariciando los conejos otros están cogiendo huevos, pero con cuidado de que no se rompan.
Tras unos escalones nos encontramos con las protagonistas del “Hogar de los Burritos”: Ruci, Margarita y Serrana, las tres burritas tragonas que no paran de jugar en su corral y que esperan ansiosas nuestra llegada, saben que llevamos comida. No sabría decir cuántas zanahorias y lechugas se comieron, pero seguro que habrían comido más.
Por cierto, comentar que la granja es totalmente accesible para sillas de ruedas o carritos de bebé, está preparada para cualquier necesidad. El parking de carritos es enorme.
Llegamos a la zona de juegos, paseos y manualidades. Antes del desayuno andaluz: pan con aceite, nos espera otra sorpresa, un pavo cortejando a la pava, que espectáculo, aunque lo mejor fue oír a una madre cantar la canción de la Granja de Zenón “El pavo y la pava se van a casar y todos les deseamos mucha felicidad…” y de repente todos a reír y bailar. El desayuno te sienta estupendamente, el aceite es de Felix y el pan también, y sobre todo que es saludable y te sienta divinamente.
Mientras desayunamos, empiezan a preparar a una burra para hacer el paseo para los pequeños, más de un mayor nos quedamos con las ganas de montar, pero nos tuvimos que contener. Viendo como Mª Ángeles y Francisco le daban exactamente dos vueltas a cada niño con una sonrisa y hablándoles para que se relajaran, es cuando te das cuenta de todo el cariño que le ponen a este proyecto, que ya tiene 3 años. Cuando se bajan los pequeños iban corriendo a sus padres a contarles que iban a hacer después. Los padres estábamos encantados y los pequeños más aún.
La verdad es que el tiempo se pasó volando, no te dabas cuenta de todo lo que hacías y mucho menos del paraje donde está situada la granja, unas vistas únicas.
Tras el paseo en burra, llegó el momento de jugar en la arena con palas y cubos, menos mal que llevábamos ropa de cambio, porque al finalizar teníamos croquetas en vez de niños. Mientras ellos jugaban, algunos padres y pequeños hacíamos manualidades y otros tiro con arco. Yo hice dos imanes de animales “Lola, una coneja, y Lolo, una vaquita” con pinzas de la ropa, muy entretenido y original. Así que a eso de las 13:30 cuando salíamos por la puerta, los pequeños iban tan felices hablando de sus hazañas como granjero y yo luciendo mis dos imanes.
Este lugar es mágico, los dueños y los animales están esperando que lleguen visitantes para compartir el día a día y sin darte cuenta, te dejas llevar y te conviertes nuevamente en un niño y además granjero. Las risas y juegos son la mejor medicina para la familia, así que aquellos que querías disfrutar de “granjero por un día” no lo dudéis y pasaros por el “Hogar de los Burritos”, seguro que volveréis. Por cierto, si queréis celebrar un cumpleaños o cualquier actividad original, esta es una muy buena opción.
Gracias a Mª Angeles y a Paco y a sus hijos por ese cariño con el que tratasteis a todo el grupo, éramos unos 50, y sobre todo por permitirnos vivir esta aventura. El «Hogar de los burritos» es el hogar de todos los animales que allí viven y se nota que están cuidados y atendidos, pues solo hay que ver como tratan a los visitantes cuando llegamos. Ojalá hubiera más lugares como estos, donde la naturaleza y los humanos son un binomio en armonía.
#NoOlvidesTuCantimplora que la vida es una #Aventura
¿Qué hacer con niños en Almería?
Que plan más interesante. Me lo apunto
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Un sitio estupendo para disfrutar con los niños!! Feliz #MM
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Muchas gracias por el comentario #MM
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