La Alcazaba de Almería, la mayor ciudadela construida por los árabes en España, visible desde cualquier punto de la ciudad de Almería y hasta 55 kilométros en el mar, es la joya de la Ciudad de Almería. Sus tres recintos han albergado miles de aventuras que se han ido grabando en cada uno de sus restos. Están ahí esperando que vayamos a conocerlos para saciar nuestra curiosidad.
Hablaros de la historia de este monumento no tiene sentido, pues para ello solo tenéis que poner en el Sr. Google «Alcazaba de Almería» y preparad vuestra cabeza para absorber miles de datos e información. Quizás, sea más efectivo contaros que transmite este lugar y como podemos disfrutar de él.
La Alcazaba de Almería lleva mucho tiempo ahí, y os garantizo que no tiene intención de moverse, pero si es cierto, que en los últimos años está más viva que nunca. Todos los trabajos de recuperación que se han emprendido se están poniendo en valor gracias a las actividades que en este complejo se realizan a lo largo de todo el año. Sí, podemos visitar nuestra Alcazaba todo el año, y de forma gratuita, pero a que en verano tenemos más ganas, las tardes son más largas, el fresquito, las vistas,… Tranquilos, eso también lo ha pensado el equipo humano de este monumento, y desde hace varios años se desarrolla un programa de visitas especial para la época estival, #NochesdeAlcazaba.
Gracias a #NochesdeAlcazaba podemos conocer la Alcazaba de Almería de varias formas: visitas diurnas guiadas los sábados; visitas guiadas nocturnas los miércoles; visitas teatralizadas; visitas temáticas; festivales de música, danza, cine, teatro; actividades para niños y familias,.. Un amplio abanico de opciones para almerienses y visitantes. Dentro de esta programación, hay actividades especiales que te permiten conocer este momento desde otra perspectiva, entre las que se encuentra la #QuedadaOculta del pasado 6 de julio que ha motivado este post. Esta visita temática estaba destinada a un público muy concreto (tuiteros) y tenía como objetivo mostrar lugares que no están abiertos al público por motivos de seguridad.
Con esta premisa y con el móvil cargado a tope, me dispuse a conocer los secretos de nuestra Alcazaba. El simple hecho de pasear por sus jardines al atardecer ya merece la pena, pero esta visita iba más allá. Fue mi primera visita con tranquilidad a este espacio y sola.
Después de recoger el caso y la identificación en la Ermita (segundo recinto), y escuchar las palabras de Arturo Pino (Director de la Alcazaba), nos dividimos en tres grupos y comenzamos nuestra visita. Lugares a visitar: la Torre del Homenaje, los silos y los baños de la Tropa.

Cada grupo comenzó por un lugar la visita, después fuimos rotando. El grupo 3, donde estaba yo, comenzó por la Torre del Homenaje con Carlos. He de admitir que no conocía (hablo en pasado, porque después de la visita, tengo algunos conocimientos y estos leyendo varias cosillas) la historia de la Alcazaba, tenía información básica cómo estaba distribuida y de lo que se puede visitar. En cualquier caso, daba igual lo que supieras antes, en cuanto Carlos comenzó a hablar sobre el foso que hay a los pies de la Torre del Homenaje y de cuál era su finalidad, la atención e imaginación se despertó y no se apagó hasta que no terminó la visita.
Una vez en el tercer recinto, unas escaleras que normalmente están cerradas se abrieron para nosotros, accediendo así hasta la Torre de la Noria y la Torre del Homenaje. Las vistas, el aire, la luz, las palabras de Carlos intentando compartir lo máximo posible con nosotros. Y cuando estábamos ansiosos por subir a la Torre del Homenaje, nos cuenta que hay en la Torre de la Noria y en su pozo.
Una vez dentro de la Torre del Homenaje, las explicaciones de su interior son interesantes, pero todos estamos ansiosos por subir al punto más alto de la ciudad y disfrutar de las visitas de la Bahía de Almería, para ello hay que acceder por unas escaleras de caracol, una de las pequeñas aventuras que había que salvar en la visita.
Una vez arriba, sin palabras, poder disfrutar de estas vistas de la Alcazaba, la ciudad de Almería y de toda la bahía, es una gran recompensa tras subir las escaleras de caracol, jajaja.
Los móviles y las cámaras de fotos nos paraban de funcionar, pero teníamos que hacer varias cosas a la vez: las fotos, escuchar a Carlos y atender a todos los detalles que nos iba descubriendo. Una concha marina en la Torre del Homenaje y marcas de los canteros en los bloques, vestigios constructivos que no pasan desapercibidos.

Comentando los secretos vistos hasta ahora, nos disponemos a nuestra segunda aventura de la tarde: los silos, pero antes, es inevitable inmortalizar los efectos de la luz sobre la Torre del Homenaje.
Llegamos hasta la ermita, Sonia nos espera junto al estanque, esa pequeña puerta hoy se abre para nosotros, nos adentramos en las entrañas de este monumento a través de ella. Tras una pequeña bajada por una cavidad, llegamos a dos silos conectados entre sí, de 9 metros de diámetro y casi los mismos de alto. Sobre ellos muchas leyendas y misterios, en algún momento se consideró que eran unas mazmorras, quizás se alentó este bulo por la existencia de una cadena en el segundo, la verdad es que nadie sabe por qué está ahí esa cadena.
Las palabras de Sonia y la sensación de humedad mezcladas con el hecho de estar en un lugar como este, te hacen sentir un privilegiado, aunque sinceramente, no me gustaría quedarme ahí mucho más del tiempo que estuvimos.

Paco nos espera en el patio para afrontar nuestra última aventura de hoy, visitar los baños de la tropa. Nos avisa de como hay que atravesarlos y nos cuenta como se sintió él cuando los visitó por primera vez. No se lo digáis a nadie, pero las pasarelas no dan tanto miedo.
Entramos a los baños por el final, por donde están las calderas y los hornos y vamos accediendo por la pasarela hasta el inicio. Paramos en cada habitáculo para descubrir los detalles que se esconden: el único arco de herradura del monumento, las tuberías de cobre, los techos, los muros… al final el vestíbulo por donde se accedería a los baños.
Que visitáramos los baños con Paco, no quería decir que sólo se limitará a hablar de ellos, intenta contarnos muchas cosas en poco tiempo, con lo que consigue que le preguntemos más y más, y él encantado, como se notaba que eramos el último que tenía que guiar ese día. Con sus palabras llegamos hasta la Ermita y se acaba la visita.
Las imágenes que se podían capturar en ese momento en la Alcazaba eran mágicas, hacía que te enamoraras de este lugar. Aunque verdaderamente lo que te enamora no es el monumento en sí, sino la forma de compartir y transmitir del equipo humano que trabaja en él. Cada una de sus palabras hace que veas con ojos curiosos y aventureros cada detalle, tu imaginación vuele hacia épocas remotas sin darte cuenta.
En esta visita descubrí un gran monumento pero también un grupo de personas enamoradas de su trabajo, lo que hace que todo tenga más valor si cabe. Os invito a que visitéis la Alcazaba de Almería; si podéis que sea en alguna visita organizada para que conozcáis a Arturo, Carlos, Sonia, Paco o cualquier otra persona que trabaje aquí, pues hasta incluso el guarda de seguridad es un apasionado de nuestra Alcazaba.
Yo estoy deseando volver a disfrutar de una tarde de verano ya sea con una visita guiada, un cuento a la fresquita o simplemente un paseo. La Alcazaba esta ahí, pero para disfrutarla hay que vivirla, y la puerta siempre está abierta.
Horario de visitas (gratuitas):
- Del 01 de Julio al 15 de Septiembre:
- De martes a sábado de 9:00 a 15:00 y de 19:00 y 22:00 h
- Domingo y festivo de 9:00 a 15:00 h.
- Lunes laborables cerrado.
Información del Programa #NochesdeAlcazaba
#NoOlvidesTuCantimplora que la vida es una #Aventura
@cabraluz
Hace ya bastantes años que la visité y no estaba tan bien conservada como según veo en tus fotos. Aún así me pareció un lugar impresionante!!
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Me ha encantado este artículo y las fotos. ¡Un lugar mágico!
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Gracias por el comentario!!!
El lugar es mágico y las fotos no le hacen justicia….
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